Este elemento, que se coloca sobre las imágenes sagradas, representa no solo la protección que se proporciona a la figura venerada, sino también la grandeza de la fe que los feligreses profesan.
Organizaciones no gubernamentales, instituciones culturales, y gobiernos locales han implementado programas para apoyar a los artesanos, proporcionando capacitación, acceso a mercados, y recursos para mejorar sus condiciones de trabajo.