La técnica del bordado de refajos a mano, como cualquier producto artesano, requiere una dedicación que el ritmo trepidante de la sociedad actual hace que haya poca gente que lleve a cabo esta labor. No obstante para evitar que estas tareas artesanales caigan totalmente en el olvido, existen una serie de talleres donde se enseñan y practican labores manuales en desuso.
El bordado de refajos, como la mayor parte de la artesanía, necesita muchas horas de trabajo y una gran dosis de delicadeza y mimo en su ejecución. Esto lógicamente, casi siempre, se hace puramente por afición o capricho puesto que el tiempo empleado no lo hace rentable.
El uso de refajos es muy común en el folklore español. Los modelos son bastante parecidos, aunque hay zonas donde varían sus características y estilo.
Están confeccionados de paño de lana (generalmente negro), la mayoría de los refajos están bordados con lanas (de buena calidad) a menudo de colores variopintos muy vistosos. Sus motivos son multiflorales, en ocasiones, con la presencia de animales: pájaros, pavos reales, mariposas, leones…algunos de ellos con significados en distintas creencias religiosas (los pájaros portando ramas floridas son símbolo de gracia y amor eterno en las creencias cristianas, mientras que en las musulmanas simbolizan la vida).
También se utilizan otros tipos de materiales en el bordado de refajos o manteos con puntas montadas en la espalda (Castilla León), como: lentejuelas, canutillos, huevecillos…
Nuestro refajo de Zújar, como muestran las distintas fotos, es de paño de lana negro con bordados florales y animales intercalados (mariposas, pájaros, zorros, pavos reales…).
A decir de la mayoría de las personas que practican estas labores esto les proporciona mucha relajación y disfrute.
Encarna Sánchez Navas
Este refajo, conocido como "de lujo", tiene sus orígenes en el traje de bodas, en un principio de raso negro y adornado con motivos florales, recortes de terciopelo, lentejuelas, azabaches y pedrería, del mismo color que el tejido, lo que le imprimía un carácter solemne a la boda. El refajo se remata con puntilla metálica plateada más o menos ancha.
Este refajo bien pudiera haber pertenecido a una señora de clase acomodada del siglo XIX y que lo dedicara especialmente a grandes solemnidades o bodas. En nuestro pueblo vecino, Totana, eran bastante frecuentes, sobre todo los de color amarillo con recortes negros, hasta el punto que algunos lo conocen como refajo totanero .
Hay quienes opinan que la ornamentación de este refajo tiene una indudable influencia árabe, que recuerda a la tracería de esta cultura, aunque podría ser una opinión un tanto osada y con poca credibilidad científica.
La falda del vestido femenino, más comúnmente denominada refajo , es sin duda la prenda más llamativa y hermosa del atuendo murciano. Dependiendo de la zona, y por lo tanto de la climatología, las mujeres murcianas solían utilizar refajos de paño de lana, de amplios vuelos, en zonas frías y de montaña, mientras que en zonas más próximas a la costa y cálidas el refajo era de algodón (sobre todo en época estival).
Los colores del refajo eran variadísimos, dependiendo de los últimos descubrimientos en tintes y modas, pero si que solía predominar el color grana, símbolo de distinción y poderío social.
Los refajos solían ser más o menos iguales en todas las comarcas de la Región de Murcia, no habiendo una diferencia notable de unas a otras, a pesar de que se le siga llamando a un refajo "típico" de la zona donde se haya localizado.
Confeccionado en lana roja lisa y bordado con ornamentos florales en lana de color blanco o hueso. Resulta, sin lugar a dudas, uno de los refajos más vivos, alegres y vistosos de la indumentaria femenina. En Alhama también se ha localizado otro refajo de similares características, pero de lana bordado en seda, con siete cenefas, debido al auge de la industria de la sericultura en nuestra región.
Precisamente, debido a la buena situación de los sederos, este refajo lleva una figura ornamental que representa un gusano de seda (algo modificado y desvirtuado con el paso del tiempo. En la actualidad se asemeja más a una hoja estilizada que a un gusano de seda). A estas cenefas dispuestas horizontalmente se le denominaban "rodaos" o "cenefas de movimiento", al tratarse de grupos repetidos. El refajo se remata con un cordoncillo de lana para proteger el roce de la prenda con el suelo.
El gusano de seda representado en la cenefa de este refajo, ha sido tomada por el "Villa de Alhama" como imagen corporativa y signo de identidad del Grupo.
Tegs: como lentejuelas