Como ya hemos comentado con anterioridad el gen Opal es recesivo, por lo que tiene que presentarse en ambos reproductores para que se manifieste.
En los diferentes cruces podemos optar por emparejar canarios Opal puros, puro con portador, o puro con clásico.
Para aclarar, denominamos clásicos a las series melánicas Negra, Bruna, Ágata e Isabela.
Denominamos portador a los canarios clásicos que poseen en sus genes el factor Opal.
Entre los posibles cruces encontramos:
En los canarios de la serie Negra la mutación Opal transforma la eumelanina negra en gris azulada.
En estos ejemplares el dibujo eumelánico permanece intacto en la zona dorsal, cabeza, flancos y alas.
El lipocromo de fondo se aprecia muy bien al haber perdido, casi por completo, la estructura feomelánica.
Las zonas corneas se presentan como los ejemplares de la serie Negra, de un color negro.
El subplumaje adquiere una coloración gris perla.
La mutación Opal afecta a la serie negra deteriorando mucho las plumas, haciéndolas muy rígidas, por lo que es difícil conseguir buenos ejemplares.
Podemos considerar como defectos:
Según el lipocromo de fondo, la categoría y si le afecta la mutación Marfil podemos clasificarlos en diferentes variedades.
La mutación Opal afecta a los Isabelas haciendo casi desaparecer las melaninas, por lo que se asemejan a un lipocromo.
Por lo tanto sólo con una observación profunda del ejemplar podemos encontrar algún resto de melanina en cola y alas.
Lo único que lo diferencia de un lipocromo es el brillo azulado de la pluma Opal.
Estos ejemplares no se admiten en concurso en España, haciendo que la serie se vea perjudicada y no se trabaje su evolución.